martes, 2 de noviembre de 2010

Job como victima de un juego programado (sin contar todos los seres humanos que murieron: hijos, trabajadores, animales)

El señor y satán han hecho una apuesta, y job nunca sabrá que ha sido objeto de un juego entre dios y el diablo. El hecho de ser objeto de algo tan profundo es en sí poco limpio.

Job, pese a ser rico, es bueno, honesto, y muy religioso. No ha cometido ningún crimen, pero va a ser castigado sin motivo alguno de una manera total. Si ha alguien se pone a "prueba", es porque no se fía de la misma. Si el señor pone a prueba a Job, como antes hizo con Abrahm, es porque no se fia de ellos (y ellos si se fian de él, no hay reciprocidad).

Paremos lo de "designios inescrutables". Los seres humanos configuran un señor de transparencia y amor, y no de miedo y pavor. Job sufrirá por una apuesta y nadie le pedirá cuentas a los que jugarán con él.

Job pierde hijos, trabajadores, animales, y toda posesión material. Los métodos son curiosos...

Es extraño el hecho de que satán pueda disponer a su antojo, y para sus intereses, a todas las personas que mataron y asaltaron todo lo cercano de Job. Peor, e inexplicable, el uso de fuego para quemar vivos a ovejas y cuidadores. O satán puede usar esos recursos, o hay una complicidad tácita.

Luego de todas las desgracias Job dice: "¿si recibimos el bien de mano de dios, por qué recibiríamos también el mal?". Pero para el mal ya esta satán, y las manos del diablo nada pueden contra la voluntad de dios.

Viene otras preguntas ¿y las viudas de los trabajadores de Job? ¿y los huerfanos de los trabajadores de Job? ¿y los hijos de Job? ¿Por qué ellos tenian que morir? ¿No bastaba solo con Job? Modernamente no se les diría muertos de un juego macabro, sino "daños colaterales"

Al final Job fue "recompensado".....No, no le resucitaron a sus 10 amados hijos, ni a sus trabajadores, ni a sus nimales.....le duplicaron los bienes materiales, y tuvo hijos "más hermosos"