domingo, 10 de abril de 2011

Que un año no es nada.....


Ya un block completo de almanaque ha terminado. Atrás queda, como marca indeleble, todo lo sucedido: las mentiras, los secuestros, las soledades, y acá estamos....

Decía Nietzche que "en la forma de resistir el dolor es cuando el hombre más se acerca a su plenitud". André Malroux, varios años después agregó "nuestra esencia sólo ve luz cuando estamos ahondados por el dolor"

Así, muchas formas y estructuras quedaron atrás. Espacios filosóficos vinieron con su plenitud, y Buenos Aires, hace 7 meses, fue testigo de un momento clave: el fin de mi visión teísta del mundo. Nunca antes sentí tanta paz, y esa brisa libertaría la pienso defender con la fuerza y la moral de las ideas.

Bogotá, Buenos Aires, Galápagos, Santiago de Chile, y ahora, y por última vez, La Habana. En todos mis viajes nunca, nunca, tuve la certeza que esta vez me acompaña de saber que no iré más a ese lugar.

Tendrá entonces este encuentro el complejo sabor del encuentro con mis amigos, y el duro pesar de la despedida definitiva....El Congreso Mundial (donde soy expositor, es sólo un placebo)

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